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1 de cada 2 organizaciones de la sociedad civil (OSC) es liderada por una mujer para gestionar su Cooperación Sur-Sur

 

Una de cada dos organizaciones de la sociedad civil (OSC) es liderada por una mujer para gestionar su Cooperación Sur-Sur. A la par, las estructuras de las OSC están siendo integradas mayoritariamente por mujeres. Alrededor del 70% de las OSC consultadas manifestaron que más de la mitad de sus colaboradores son mujeres.

Estos son algunos de los principales hallazgos de la investigación  Punto de Inflexión. Cooperación inteligente: Impacto, Innovación, Transparencia y Colaboración mutuaEste reporte tiene la finalidad de realizar una primera aproximación al cómo las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) aprovechan la Cooperación Sur-Sur (CSS) frente a la agenda de desarrollo sostenible y al interior de las mismas.

Para ello, durante el 2017, se tomó como unidad de análisis a 100 OSC de los 22 países de Iberoamérica. Las que fueron evaluadas a través de un formulario digital en función de tres criterios: capacidad institucionalidad instalada desde un enfoque de género; política, gestión e impacto de la CSS y Triangular en el marco de la Agenda 2030; por último, cómo las OSC asumen la Agenda 2030 al interior, en su agenda política de incidencia y en la conformación de alianzas, y claro tiene el ángulo de participación, en la conformación y aterrizaje nacional o local de la agenda.

El gran aporte que las OSC traen a la arquitectura de la CSS, considerando que la mayoría de OSC de Iberoamérica son lideradas y gestionadas por mujeres, es la posibilidad de reducir brechas de género, como estructuras patriarcales en las instituciones. Las OSC se han caracterizado por incluir de forma más activa a las mujeres en diversos roles asociados a la gestión, si se comparan con la situación de empresas de carácter privado, sindicatos y/o partidos políticos.

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De esta forma, los resultados de este primer ejercicio refleja efectos positivos respecto a los principios de Estambul para la eficacia del desarrollo de las OSC. Es decir que se han ido incorporando la igualdad y equidad de género mientras se promueven los derechos de las mujeres y las niñas.

Te recomendamos que veas nuestro Facebook Live: ¿Sabes cómo facilitar puentes de diálogo para la igualad de género entre los distintos socios de desarrollo? proyectos multiactor por nuestra invitada: Andrea C. de la Torre consultora de Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo – PNUD.

Para mayor información de la investigación Punto de Inflexión. Cooperación inteligente: Impacto, Innovación, Transparencia y Colaboración mutua la puedes encontrar en el siguiente link.

 

¿Cómo las empresas están irrumpiendo en la cooperación para el desarrollo?

Fuente: ONGAWA

El modelo tradicional de cooperación al desarrollo con las ONG a la cabeza está cambiando. Las empresas están irrumpiendo en esta cooperación como parte de su política de responsabilidad social colaborando con las entidades públicas y las administraciones. Para conocer cómo se está desarrollando ese cambio de modelo, el impulso de la colaboración de las empresas con las entidades públicas y cómo esa colaboración puede ayudar a los más desfavorecidos, El Confidencial reunió a varios actores implicados.

Te puede interesar nuestra propuesta #CooperAcción, tu voz cuenta: que es un punto de encuentro para construir colectivamente e innovar nuevas formas de participación mediante el uso de nuevas tecnologías.  Entre los responsables de las agencias y direcciones de cooperación de los gobiernos con la ciudadanía,  el sector privado, universidades y gobiernos locales para que puedan entablar un diálogo permanente y en tiempo real en el marco de los ODS.

«Hay un consenso internacional que reconoce la empresa como un actor más en la cooperación, aunque no el único», afirma Rodrigo Tilve, jefe adjunto al Fondo para la Promoción al Desarrollo (Fonprode) de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid). Además del rol que juegan estos dos agentes —empresa y ONG—, la Administración es una pieza clave para fomentar la comunicación y el diálogo entre todas las partes, incluidas las comunidades beneficiadas de la ayuda al desarrollo y otras instituciones públicas.

Desde la Fundación Acciona.org, reconocen que todavía se está en ese proceso de ir adaptándose a los nuevos modelos. Su director, José Gabriel Martín Fernández, defiende que han llegado para quedarse porque, con el tiempo, se lograrán “romper los procedimientos” actuales y se llegará a una colaboración plena.

“Por primera vez, hay un lenguaje común en el sector empresarial en cuanto a su contribución al desarrollo”, añade María Jesús Pérez, subdirectora general de la ONG Fundación Codespa, quien considera que ese punto de encuentro es un paso adelante “para encontrar esos espacios de trabajo conjunto que antes costaba más identificar, una colaboración por parte de la empresa que no siempre había sido bien vista dentro del sector de la cooperación”. A su modo de ver, las alianzas público-privadas son muy beneficiosas, al sumar recursos financieros, conocimiento y acceso a la tecnología.

Por primera vez, hay un lenguaje común en el sector empresarial en cuanto a su contribución al desarrollo

Todas las partes implicadas destacan que la participación de las fundaciones empresariales es complementaria y no sustitutiva. «Estamos al mismo nivel de participación que todos, y este es uno de los grandes retos que tienen las alianzas público-privadas en cooperación al desarrollo”, dice Acciona.org.

Bajando al terreno y a ejemplos prácticos, la fundación de la empresa presidida por José Manuel Entrecanales coopera para llevar servicios básicos como luz o agua a poblaciones remotas, de difícil acceso, en zonas donde la compañía de infraestructuras, energía y servicios tiene actividad, como México y Perú, y también donde no opera como empresa, como Etiopía.

La ayuda al desarrollo como vía de expansión

A diferencia de España, en otros vecinos europeos la cooperación es vista, además, como un instrumento para apoyar a las empresas en su internacionalización. Algo que en nuestro país “se empieza a introducir en el debate”, apunta Tilde. Así, desde la Comisión Europea se destinan recursos presupuestarios para apoyar financieramente proyectos empresariales que, de este modo, reducen los riesgos que las propias compañías van a asumir a la hora de implantarse en esas zonas. A cambio, se favorece la atracción de inversiones, generando desarrollo y riqueza en las comunidades.

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Hay cinco sectores prioritarios con el foco puesto en la sostenibilidad: cultura, energía, digitalización, financiación y ciudades. Son las distintas agencias nacionales las que juegan un papel importante para la gestión de esos recursos. “Apoyamos a una empresa a implantarse en la zona, pero sin olvidarnos de que esto es cooperación al desarrollo”, insiste la Aecid. Y para llevar a buen puerto este mecanismo, empresas y ONG tienen que entenderse, sumando fuerzas.

En este sentido, la Fundación Codespa pide “más espacios de diálogo” para fomentar este tipo de iniciativas público-privadas entre las fundaciones empresariales que, por desconocimiento, en muchos casos tienden a trabajar de forma independiente. “En ocasiones, cuando las organizaciones impulsan actuaciones a largo plazo es cuando tratan de profesionalizarse y buscan alianzas”, comenta Pérez.

Ejemplo de cooperación público-privada

En 500 poblaciones dispersas de Oaxaca, al sur de México, en las que viven 30.000 personas, las velas han sido sustituidas por bombillas. Las placas solares salpican los tejados de las modestas viviendas, convirtiendo la luz del sol en electricidad. El programa Luz en Casa Oaxaca ha sido posible gracias a la colaboración entre el Gobierno estatal, las agencias mexicana y española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, Amexcid y Aecid, y la Fundación Acciona.org. Se trata de una colaboración indispensable para llegar a esa última milla, a ese último tramo al que no llegan las empresas por ser zonas dispersas de difícil y costoso acceso.

“Como fundación empresarial, aportamos conocimiento —que es lo más valioso que tiene una empresa— y capacidad de gestión al ámbito de la cooperación”, apunta Martín FernándezEn paralelo, es una forma de desarrollar negocios inclusivos. “Sabemos hacer negocios, así que tratamos de desarrollarlos en estas zonas y darles sostenibilidad, crecimiento, que el beneficio se quede en estas poblaciones”, añade. Algo que supone “un reto mayor, pues los entornos son complejos: poblaciones vulnerables, sin información, sin recursos, etc.”, explica.

También te puede  interesar nuestro Facebook Live: ¿Cómo escoger un consorcio de socios de desarrollo complementarios al conocimiento y habilidades de la organización? por nuestro invitado Nicolas Liarte-Vejrup ha sido consultor de Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo – PNUD y Director de la Firma Blue Dot.

Negocios como los que ha facilitado crear la Fundación Codespa en Colombia, donde comercializadoras españolas de café enseñan a mujeres a producirlo, mientras que la Administración ayuda a democratizar el acceso a esa innovación; o en Bolivia, donde operadores turísticos comparten su experiencia en localidades remotas de Machupichu y la Administración lleva la infraestructura para que las mismas puedan integrarse en el circuito turístico.

Este tipo de asociaciones está al alza tras la aprobación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) incorporados en la Agenda 2030, que contemplan una serie de acciones sostenibles en el ámbito económico, social y ambiental.

 

*Adpatado de la nota de El Confidencial.

Cooperación internacional debe cambiar su enfoque para responder a las necesidades propias de América Latina y el Caribe

 

Fuente: El País. LUSMORE DAUDA

La cooperación internacional para el desarrollo debe cambiar y pasar desde el enfoque tradicional a uno que responda a las propias necesidades de América Latina y el Caribe, señalaron altas autoridades de gobierno de varios países de la región y funcionarios de las Naciones Unidas durante la Octava Reunión de la Mesa Directiva del Comité de Cooperación Sur-Sur que se realizó en la sede del organismo en Santiago, Chile.

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La reunión, efectuada en el marco de la “semana del desarrollo en transición” que fue inaugurada por la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, y la Viceministra de Comercio Exterior e Inversión Extranjera de Cuba (MINCEX), Ileana Núñez Mordoche, en su calidad de Presidenta de la Mesa Directiva.

“Estamos viviendo un momento complejo a nivel global. Por eso, hoy más que nunca es urgente que la cooperación internacional para el desarrollo evolucione para incorporar estos nuevos desafíos económicos, sociales y medioambientales que nos presenta el mundo actual”, declaró Alicia Bárcena en sus palabras de bienvenida a las autoridades presentes.

La alta funcionaria de las Naciones Unidas recalcó la necesidad de adaptar la cooperación para el desarrollo desde sus actuales esquemas (cooperación triangular, bilateral, multilateral u otros) hacia un enfoque que refleje los desafíos globales y locales, así como reorientarla hacia el desarrollo en transición con el propósito de alcanzar el anhelado crecimiento y desarrollo sostenible.

En tanto, la Viceministra Ileana Núñez Mordoche destacó que hoy las prioridades de la cooperación internacional deben ser apoyar el avance de América Latina y el Caribe hacia la implementación de la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), “para no dejar a nadie atrás”.

“Avanzar hacia el desarrollo sostenible no será posible sin compromisos reales que integren a la totalidad de los países de nuestra región, identificando nuestras potencialidades y necesidades en función de las realidades que enfrenta cada uno de nuestros países”, señaló la viceministra cubana.

En la Octava Reunión de la Mesa Directiva del Comité de Cooperación Sur-Sur se dio especial énfasis a los desafíos que enfrenta el Caribe, región que ha sufrido una serie de vulnerabilidades tanto económicas como medioambientales. “Después de nuestro 37⁰ período de sesiones realizado en Cuba en mayo pasado, nosotros en la CEPAL hemos destacado como elemento central de nuestro trabajo que el Caribe debe ir primero (Caribbean first)”, remarcó Alicia Bárcena.

Por su parte, la Viceministra Núñez Mordoche relevó la importancia de que la agenda de la reunión considere especialmente este tema, ya que “es preciso priorizar al Caribe fortaleciendo sus capacidades para superar las vulnerabilidades que los afectan”, dijo.

Junto a la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL y a la Viceministra de Comercio Exterior e Inversión Extranjera de Cuba, en la reunión participaron Inocencio García, Viceministro de Cooperación Internacional del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo de República Dominicana; Anthony Liverpool, Secretario Permanente del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional e Inmigración de Antigua y Barbuda; Noel González, Director General de Planeación y Políticas de Cooperación Internacional para el Desarrollo de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID); y Ana Ciuti, Directora General de Cooperación Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Argentina, entre otras autoridades, funcionarios de gobierno y embajadores.

También se discutieron las contribuciones de la región de cara a la Segunda Conferencia de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la Cooperación Sur-Sur, que se realizará en marzo de 2019 en Buenos Aires, Argentina, y que se efectúa a 40 años de la aprobación del Plan de Acción de Buenos Aires para Promover y Realizar la Cooperación Técnica entre los Países en Desarrollo (PABA+40).

“Necesitamos un cambio en la narrativa en materia de cooperación”, enfatizó Alicia Bárcena. “Iniciamos un proceso para cambiar la conversación entre los cooperantes y los recipientes de la cooperación”, agregó en referencia al acuerdo para la facilitación del desarrollo de los países en transición firmado hace unos meses por la CEPAL, la Unión Europea, y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). “Con esta alianza proponemos un gran salto en la cooperación tradicional para el desarrollo”, declaró.

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En las resoluciones finales de esta octava reunión, los delegados acordaron convocar un diálogo regional interactivo sobre las prioridades de la región, en cumplimiento de la resolución 730(XXXVII) del 37⁰ período de sesiones de la CEPAL, en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York los días 29 y 30 de noviembre de 2018, con vistas a la celebración de la Segunda Conferencia de Alto Nivel PABA+40, que se celebrará en Buenos Aires del 20 al 22 de marzo de 2019.

Asimismo, acordaron fomentar la participación coordinada de los mecanismos de cooperación Sur-Sur de América Latina y el Caribe en el proyecto Red para la Implementación de la Agenda 2030 y el Seguimiento de los ODS en la región.

El Comité de Cooperación Sur-Sur es un órgano subsidiario de la CEPAL y uno de sus principales objetivos es fortalecer las actividades de cooperación internacional para el desarrollo, incluida la cooperación Sur-Sur, Norte-Sur, triangular y multilateral.

Fuente: CEPAL.