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Los principales países de Europa, entre los que se encuentran algunas de las economías más potentes del mundo, se gastan más en atender a los refugiados que se encuentran en sus territorios que en todas las crisis humanitarias del mundo, de hecho, la UE es el mayor receptor de cooperación para el desarrollo.
Esta es una de las principales conclusiones del informe «La salud en la cooperación al desarrollo y la acción humanitaria 2017» que han elaborado las ONG Médicos del Mundo y Medicusmundi, y que asegura que España ha reducido su ayuda humanitaria más de un 90 % desde 2009.
Según las organizaciones, los países ricos «disfrazan» de ayuda 15.400 millones de dólares, un 10 % del total, dinero que invierten en gestionar sus solicitudes de asilo o en compensar a otros países «con el objetivo de atender refugiados en sus propios países y limitar la migración».
Así, afirman que mientras la financiación de la acción humanitaria, es decir, la destinada a los países que sufren conflictos, desastres naturales y crisis humanas, apenas ha aumentado en los último tres años por parte de los países del Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD), de la OCDE, el gasto de atención a personas refugiadas se ha triplicado.
Esto se traduce en que en 2016, los 29 países del CAD han gastado más en atender las necesidades de quienes llegaban a sus países que en todas las crisis humanitarias del mundo, donde se concentran el 86 % de las personas refugiadas y desplazadas y «donde estaban las mayores necesidades».
De esta forma, «paradójicamente», la UE se ha convertido en el mayor receptor de ayuda al desarrollo del mundo.
Por ello, las organizaciones consideran necesario «redefinir exactamente» qué se puede incluir como ayuda oficial al desarrollo (AOD) genuina ya que a su juicio hay temáticas que deberían quedar fuera del cómputo de la cooperación como los gastos en atención a personas migrantes en los propios países donantes, el pago de la deuda externa y sus intereses, entre otras.
Además, estiman que la UE tiene que impulsar el cumplimiento del 0,7 % en «AOD genuina» y que el conjunto de países donantes debería comprometerse a no computar los gastos de atención a los refugiados en su país como AOD.
El informe de las organizaciones también analiza la ayuda al desarrollo de España y lamenta que continúe «estancada», ya que el pasado año le dedicó 4.150 millones de euros, el 0,33 % de la Renta Nacional Bruta, de los que 1.958,8 millones corresponden a una operación de cancelación de deuda con Cuba.
En este sentido, resaltan que si se eliminase la operación de alivio de deuda, la AOD alcanzaría el 0,17 % de la RNB, «muy lejos» del 0,51 % de media del conjunto del CAD.
De los 4.150 millones de euros, se destinaron 65.381.723 euros a salud, «un residual» 1,6 %, también muy por debajo de la media del CAD, que gastó un 13 %, y un 1,33 % a la acción humanitaria (51,3 millones), un porcentaje que las organizaciones consideran «irrisorio».
Como en otros años, la cooperación española descentralizada, es decir, las aportaciones de las comunidades autónomas y ayuntamientos, destinada a la acción humanitaria aumenta, mientras que el Gobierno, la reduce.
En concreto, ha pasado de los 10,7 millones de euros en 2015 a los 18,8 millones de euros, mientras que el Ministerio de Exteriores ha reducido un 10 % de sus fondos, al pasar de 35,8 millones de euros en 2015 a 32, 5 millones, en 2016.
En cuanto a la salud, desde 2008, tanto las cifras absolutas, como el peso relativo del sector en la ayuda al desarrollo española «han disminuido de forma alarmante».
De esta forma, en 2016 se destinó a salud el 12 % de la cantidad destinada en 2008, por lo que se ha pasado de un 10 % del total de la AOD en esos años a menos del 2 % actual, por lo que las organizaciones consideran necesario que España incremente el peso de esta materia en su ayuda.
Fuente: EFE.
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