El Universo / El interés del Gobierno es conocer a dónde llegan los recursos de cooperación y si influyen en el plan nacional del buen vivir, detalla Gabriela Rosero, secretaria técnica de Cooperación Internacional. El próximo año −advierte− se implementarán indicadores «más fuertes» para observar si dicha cooperación apunta a las políticas de interés estatal.
¿Cuál es esa nueva realidad del país que le impide a la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo (Usaid) continuar con la cooperación? La cooperación que requerimos no es la misma de hace 60 años, cuando hablábamos del Plan Marshall, de seguridad alimentaria, de ayuda agrícola. Requerimos con temas de tecnología las universidades recién creadas. Lo que estamos promoviendo es el talento humano.
¿Esa cooperación no se adapta al plan del buen vivir? Mucha está alineada al plan nacional del buen vivir, trabajo en temas ambientales era una de las propuestas de la Usaid, y puede aportar si se puede definir cuál es ese aporte que quiere. Lo que nos preocupa es el resultado de las evaluaciones que hemos hecho y es que esa cooperación se intermedia con otros actores y no es sostenible en el tiempo. Muchos de estos recursos ya se dispersan entre varios actores: financian gastos operativos y administrativos de algunas organizaciones.
¿Contrarias al Gobierno? En algunos casos, sí. Yo prefiero denominar que son las mismas ONG que siempre han canalizado recursos; parecería que hay preferidas…
¿Hay voluntad para continuar negociando con la Usaid? Sí. Tenemos una mesa de diálogo político y el objetivo sería concretar un nuevo convenio. Para ese diálogo tienen que darse elementos.
¿Cuáles? Nuevos contenidos, formas de transparentar la cooperación, temas de seguimiento.
¿Esto no distancia más la relación con Estados Unidos? No, si la cooperación se entiende como un encuentro entre socios.
¿Qué resultados arrojó la evaluación realizada? Fue un proceso que tardó dos años y medio. En este año tenemos 142 organizaciones registradas; hemos firmado 13 nuevos convenios, 21 renovaciones y hemos tenido el cierre de 4 que se quedaron sin financiamiento.
¿A qué deberán ajustarse las organizaciones? Para el próximo año vamos a trabajar con indicadores muy fuertes sobre el grado de complementariedad de la cooperación. En el caso de las internacionales, en el aporte a la política pública reflejada en el plan del buen vivir.
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